Cada año en el mes de octubre la población de Piura protagoniza una de las celebraciones más importantes de su calendario religioso: la festividad en honor al Señor Cautivo de Ayabaca, convertida con el paso del tiempo en una manifestación cultural y de devoción cristiano- católica, que identifica no solo a los piuranos sino a cada vez habitantes del Perú y Ecuador, que en el caso de Macará y nuestra gente, profesamos fe y devoción a Cristo Cautivo, que entregó su vida por la salvación de la humanidad, dejándonos un mensaje eterno de misericordia, perdón y compromiso por ser mejores seres humanos, para construir un mundo más justo, solidario en donde la paz, el amor, el respeto a la diversidad, la solidaridad, el humanismo puesto de manifiesto con los más necesitados.