Macará, es el espejo límpido del alma, es la evocación sublime del corazón, es el latido ferviente de la esperanza, es la historia escrita con orgullo por nuestros antepasados, comprometida con privilegio, por quienes escribimos su presente, para atesorar el orgullo de un legado inmarcesible.

QUE VIVA MACARÁ POR SIEMPRE Y PARA SIEMPRE

121 AÑOS DE CANTONIZACIÓN

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