Colorido, música, talento, cultura, y belleza fueron los ingredientes que llenaron hasta el apetito más exigente en la propuesta que cerró con broche de oro las festividades septembrinas, a través de las tradicionales comparsas o desfile de la confraternidad.

Las escuelas y colegios con la niñez y juventud pusieron arte en escena robándose el aplauso de propios y extraños, demostrando la grandeza de nuestro país su cultura y su gente, la Reina de Macará y Reinas Barriales pusieron un derroche de belleza, garbo y donaire en espectaculares carros alegóricos, mientras que el Gobierno Municipal de Macará, a través de sus empleados y trabajadores se sumaron a este homenaje con alegría, entusiasmo, arte para festejar a la tierra que les vio nacer.